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El análisis territorial para la adaptación al CC con enfoque de género consiente en el “Estudio multivariable de factores climáticos y no climáticos (servicios ecosistémicos, estructura ecológica principal, presiones en la cuenca, escenarios de cambio climático, modelación hidrológica bajo escenarios, riesgo por cambio climático, indicadores socioeconómicos), que permita la identificación e implementación de medidas de adaptación para la reducción de las vulnerabilidades identificadas en el territorio e incremento de su capacidad de respuesta frente a las amenazas e impactos del cambio climático, aumentando así, la resiliencia territorial eliminando las asimetrías e inequidades que se producen entre las personas de acuerdo con su sexo” (AICCA, 2020).
En la figura 4, se representa el esquema (paso a paso) para el desarrollo del análisis territorial el cual permita la identificación de un catálogo de opciones de medidas de adaptación al cambio climático y su respectiva priorización con aspectos de género y conflictos sociales para la cuenca del Lago de Tota.
A continuación, se describe el desarrollo del paso a paso (①②③④⑤⑥⑦⑧)
La comprensión de los efectos del clima e implicaciones del problema climático en la política ha generado una evolución en el enfoque de la política internacional sobre el clima, vulnerabilidad y evaluación de la adaptación, desarrollo de una teoría sobre la adaptación más sofisticada y una gama más amplia de enfoques metodológicos propuestos en las directrices para la evaluación de la adaptación (Burton et al., 2002; Füssel, 2004; Carter et al., 2007). La figura 5 muestra la forma como debe evaluarse la necesidad de la adaptación, bajo un enfoque integrador complejo.
El enfoque integrador complejo presenta una descripción completa de los riesgos relacionados con el clima, actual y futuro, teniendo en cuenta el cambio climático futuro, junto con la variabilidad climática actual y factores no climáticos. La evaluación de los riesgos se realiza con base en la experiencia de la gestión de los riesgos climáticos del pasado.
Las recomendaciones para la adaptación están determinadas no sólo por su potencial para reducir los riesgos climáticos actuales y futuros, sino también por su sinergia con otros objetivos de política; por ejemplo, objetivos de desarrollo sostenible. (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), 2017)
Para determinar cuáles son las necesidades de adaptación ① de la cuenca del Lago de Tota, se tomó como metodología un enfoque integrador complejo, el cual permitiera una sinergia con objetivos de desarrollo sostenible para el territorio. Dicho enfoque contempló los resultados de los factores climáticos y no climáticos que se enlistan a continuación, obtenidos por el grupo de profesionales del proyecto AICCA con el apoyo de los profesionales del IDEAM.
Considerando las características de la información ya generada por el proyecto, el alcance y enfoque del este, el equipo técnico decidió tomar como unidad de análisis las 27 subcuencas de la cuenca del Lago de Tota.
La figura 6 representa espacialmente los factores climáticos y no climáticos para la identificación de las necesidades de adaptación al cambio climático en la cuenca del Lago de Tota.
Con los resultados obtenidos por los factores anteriormente mencionados (climáticos y no climáticos), los cuales se encuentran calificados de 1 a 5 (Muy bajo, Bajo, Medio, Alto y Muy alto), se procedió a realizar una matriz de decisión que permitiera determinar zonas susceptibles de adaptación al cambio climático en la cuenca del Lago de Tota.
La figura 7 representa la matriz de decisión como enfoque integrador complejo, la cual permite la determinación de las necesidades de adaptación al cambio climático en la cuenca del Lago de Tota en sinergia con objetivos de desarrollo sostenible y criterios de política. A su vez, la figura 8 representa los resultados de dicha matriz delimitando zonas susceptibles de adaptación al cambio climático.
Identificadas las zonas susceptibles de adaptación al cambio climático en la cuenca, se analizó y precisó que las zonas resultantes calificadas como Alta y Muy alta (rojo y naranja) del mapa anterior, serán las zonas de mayor importancia para determinar un catálogo de acciones de adaptación al cambio climático en la cuenca del Lago de Tota.
Teniendo en cuenta lo anterior, se realizó la identificación de los riesgos climáticos ② para las zonas resultantes de las necesidades de adaptación ① calificadas como Alta y Muy alta (rojo y naranja) del mapa anterior. Las variables analizadas dentro de la identificación de riesgos climáticos fueron: Retos climáticos (Riesgo climático y Amenaza por CC) y Capacidad de adaptación (Dimensiones de Biodiversidad, Recurso Hídrico, Seguridad Alimentaria y Hábitat Humano).
Dicho análisis, permitió generar la definición de las opciones de medidas de adaptación ③, con base en la metodología de clasificación de la “Guía de adaptación por el centro de estrategias climáticas, EE. UU.” (Center for Climate Strategies Adaptation Guidebook, Comprehensive Climate Action). Esta clasificación se realizó bajo tres componentes o ÁREAS las cuales se subclasifican en Sectores: SISTEMAS NATURALES (Sistemas hidrológicos y Conservación de vida silvestre y peces); ACTIVIDADES ECONÓMICAS (Prácticas de la agricultura, Silvopastoril y Turismo y recreación); y SALUD Y EDUCACIÓN (Acceso a agua, alimentos y aire de alta calidad y Educación y alcance).
Definidas las opciones de medidas de adaptación para el territorio, se realizó una identificación de medidas existentes y potenciales ④ para el territorio, a través del análisis territorial y revisión bibliográfica.
Con este listado (32) de opciones de medidas de adaptación al CC y 3 acciones complementarias, se realizó una revisión de las 32 opciones de medidas en el contexto de la adaptación ⑤ definiendo para cada una los siguientes parámetros:
Para el proceso de priorización de las opciones de medidas de adaptación al CC, se realizó la evaluación a través de criterios de efectividad ⑥ propuestos por FEBA (2017) y también recomendados en la guía de adaptación basada en ecosistemas, que propone las siguientes preguntas orientadoras (Minambiente, 2017):
¿La acción que se va a realizar contribuye a mantener o mejorar la capacidad adaptativa y reduce la vulnerabilidad de la comunidad frente a alguna amenaza relacionada con la variabilidad y el cambio climático, y a su vez genera cobeneficios?
¿La acción que se va a desarrollar contribuye a mantener o mejorar la capacidad adaptativa y reduce la vulnerabilidad del ecosistema o del(os) servicio(s) ecosistémico(s) frente a alguna amenaza relacionada con la variabilidad y el cambio climático, y a su vez genera cobeneficios o reduce presión de otros motores de pérdida?
¿La medida que se va a implementar es costo-efectiva y económicamente viable en el largo plazo?
¿Cuál es el potencial de escalamiento de la medida a nivel institucional?
¿Cuál es la contribución de la medida al cumplimiento de metas de política pública?
¿La medida contribuye a la generación de información a nivel social y ecosistémico?
¿La medida propicia el intercambio de experiencias y el diálogo de saberes?
¿La medida reconoce y aplica el saber local?
Esta evaluación se realizó bajo mesas de trabajo con el equipo técnico del proyecto, calificando la efectividad bajo un rango de 1 a 3, siendo 1 baja efectividad y 3 alta efectividad. Con el fin de categorizar por prioridad de efectividad las opciones de medidas de adaptación al CC, se calculó el valor promedio de éste, arrojando un valor mínimo de 1,4 y un valor máximo de 2,8 para así definir 3 clases: Baja prioridad de efectividad (1,4-1,8), Media prioridad de efectividad (1,9-2,3) y Alta prioridad de efectividad (2,4-2,8).
El resultado obtenido de las 32 opciones de medidas de adaptación al CC fue el siguiente: 2 medidas en categoría Baja, 11 en categoría Media y 19 en categoría Alta.
Identificadas las 18 medidas de adaptación al CC con Alta prioridad de efectividad, se tomó en consideración la calificación de dos criterios adicionales bajo el componente social para estas medidas, como son brechas de género y conflictos sociales ⑦. Estos dos criterios están comprendidos por variables y estas a su vez por factores, los cuales fueron calificados de igual manera que la efectividad (1 a 3):
Variable “Autonomía de las mujeres”, conformada por factores como autonomía económica, autonomía en la toma de decisiones y validación de conocimientos propios.
Variable “Acceso y control de los recursos”, conformada por factores como producción agropecuaria, acceso al agua y acceso a beneficios del proyecto.
Variable “Impactos diferenciados de VC/CC”, conformada por factores como uso del tiempo en las labores de cuidado, uso del tiempo en las labores productivas y uso del tiempo en la participación dentro de procesos organizativos.
Variable “Lago como objeto de explotación / Lago como ser vivo, sujeto de derechos”, conformada por factores como ¿contribuye al reconocimiento del Lago de Tota como sujeto de derechos?, ¿contribuye al reconocimiento del Lago de Tota como sujeto vivo? Y ¿contribuye a armonizar relaciones con el Lago de Tota?.
Variable “Toma de decisiones unilaterales o desde intereses particulares e incumplimiento de normas establecidas / estrategias para la gobernanza”, conformada por factores como ¿contribuye a la toma de decisiones conjuntas sobre el territorio?, ¿contribuye al cumplimiento y legitimidad de la normatividad ambiental vigente? y ¿contribuye al cumplimiento de acuerdos y planes establecidos para optimizar el manejo del territorio?.
Variable “Uso del agua para consumo humano y para diferentes actividades / preservación de servicios ambientales”, conformada por factores como ¿contribuye a equilibrar el uso del agua con su preservación?, ¿contribuye a comprender la importancia de conservar los servicios ecosistémicos para los procesos de producción? y ¿contribuye a optimizar el uso del agua, considerando las necesidades de diversos actores sociales?.
La calificación de los criterios bajo el componente social para las 18 medidas con Alta prioridad de efectividad se promedió, arrojando un valor mínimo de 2,0 y un valor máximo de 3,0 definiendo de esta manera 2 clases: Baja prioridad social (2,0-2,4) y Alta prioridad social (2,5-3,0).
El resultado obtenido de las 18 medidas con Alta prioridad de efectividad fue el siguiente: 4 medidas en la categoría Baja prioridad social (Identificadores 3, 12, 18 y 22 de las medidas) y 14 en la categoría Alta prioridad social (Identificadores 1, 6, 7, 8, 9, 10, 14, 15, 19, 26, 27, 28, 29 y 31 de las medidas).
Con el objetivo de definir un alcance dentro del proyecto para el año 3 (Julio/2020 a Junio/2021), de las 14 medidas con Alta prioridad social y Alta prioridad de efectividad se definió bajo mesas de trabajo con el equipo técnico del proyecto diseñar e implementar ⑧ 8 medidas de éstas.